Historia de los Mundiales


Introducción. El torneo por excelencia.

La Copa del Mundo es sin duda el torneo futbolístico por antonomasia. Dicho campeonato empezó a celebrarse en 1930 y desde entonces sólo se dejó de jugar temporalmente a causa de la 2ª Guerra Mundial. Fue el 13 de julio de 1930 cuando Lucien Laurent marcó el primer gol de la historia de los mundiales, en el partido que disputaron Francia y México en Montevideo.

Desde aquel primer gol de Laurent, hemos vivido el Maracanazo de 1950, el auge del fútbol alemán en 1954 y el inicio del fútbol moderno en 1974 de mano de la 'Naranja Mecánica' de Cruyff. Holanda y su nueva forma de entender el juego lo cambiaron todo; tanto fue así, que eclipsó cualquier intento del fútbol sudamericano por sobreponerse a este nuevo estilo. También quedaron para el recuerdo colectivo, por supuesto, la 'mano de Dios' de Maradona y su golazo a Inglaterra en 1986. O los dos cabezazos de Zidane en la final del Mundial del 98. La lista es larga.

La era moderna de los mundiales cuenta con multitud de anécdotas de todo tipo: los errores arbitrales, la irrupción de la publicidad, las guerras de espías... Los mundiales propician la peregrinación en masa de miles y miles de aficionados al fútbol que saben que este torneo es mucho más que una simple competición: es la Copa del Mundo de fútbol, una máquina de construir mártires e ídolos, fracasos y dinero. Con esta nueva sección ElContragolpe sólo pretende, humildemente, acercar a su público la historia y las anécdotas de este majestuoso torneo.

Fue un francés, Jules Rimet, quien inventó la Copa del Mundo. Era abogado, y presidió la FIFA desde 1921 y durante 33 años. Así pues, fueron dos franceses los que iniciaron la magna historia de los mundiales: Rimet desde el despacho y Laurent desde el campo. Sin embargo, Francia tuvo que esperar hasta 1998 para acariciar el trofeo. Ni Rimet ni Laurent lo pudieron ver. Sin embargo, su obra perdurará por todos los tiempos.

Corea y Japón 2002

Por primera vez un Mundial de fútbol se disputaba en un continente que no era Europa o América. El fútbol ya se había convertido en un negocio, así que la Copa del Mundo emigró al continente asiático, donde los mercados coreano, nipón y chino esperaban. El viaje hasta Corea y Japón hizo que muchos seguidores no se desplazaran hasta el continente asiático; los corenanos trataron de paliar la falta de público internacional regalando camisetas de las distintas selecciones, de modo que cada mitad del estadio era de un color. Fue el mundial de las aficiones de palo.

Economía futbolística

El empate en el partido inaugural entre Japón y Bélgica tuvo consecuencias positivas en la economía nipona: Pizza-La, la cadena de pizzas más conocida de Japón, duplicó el número de pedidos y empleados; JVC vendió un sin fin de televisores y Sky Perfect Communications, que tenía los derechos de la retransmisión de los partidos, aumentó un cuatro por ciento sus acciones. El fútbol como negocio.

Una de espías

Roberto Carlos afirmó en rueda de prensa que Brasil ganaría a Turquía "al cuarenta por ciento". A raiz de estas declaraciones, Brasil y Turquía entraron en una guerra dialéctica. La polémica alcanzó cotas increíbles cuando un colaborador de Scolari se hizo pasar por periodista para asistir al entrenamiento de los turcos y así mantener informado a su superior. También se dijo que las cámaras de los estadios grababan los entrenamientos de los equipos para pasarle las películas a Guus Hiddink, por entonces seleccionador de Corea.

Senegal se la lió a Francia

El Real Madrid acababa de lograr su Novena Copa de Europa gracias al magnífico tanto de Zidane. Pero aquel no iba a ser, ni mucho menos, el torneo de Zidane. Francia, que defendía el título mundial logrado en el 98, cayó en el primer partido ante Senegal, lo que provocó que los cientos, miles de senegaleses residentes en París colapsaran las calles de la metropoli. Senegal dio el sorpresón y llegó a los cuartos de final; sin embargo, la Francia de Zidane no pasó de primera ronda.
 
Sexo por fútbol

Si los turcos pasaban de la primera ronda, serían agraciados con un todoterreno, y si llegaban a cuartos de final, entonces podrían disfrutar de la compañía femenina de sus esposas. Curiosamente, Turquía hizo el mejor de su historia en los mundiales, ya que acabó en tercera posición. Sudáfrica también consintió las relaciones sexuales de sus jugadores, pero los sudafricanos fueron eliminados en la primera fase.

Despecho italiano

Ahn era la estrella de la selección de corea. Era delantero y jugaba en el Perugia italiano. Un gol suyo y el pésimo arbitraje eliminaron a la selección de Italia. El presidente del Perugia, ni corto ni perezoso, despidió a Ahn: "Ese Ahn no volverá a poner un pie en el Perugia".

El huevo de Albelda

España se enfrentaba a la República de Irlanda en octavos de final. Albelda, recién recuperado de una pubalgia, dejó a la Selección con diez jugadores por una torsión testicular. O, en cristiano, un esguince de huevos. Así que en la historia de España han existido dos huevos: el de Colón y el de Albelda.

Al Ghandour 

Una vez eliminado Japón, el Comité Organizador del evento y la FIFA decidieron que Corea, el otro organizador, debía llegar lo más lejos posible en el torneo. Para salvar las cuentas y todo eso. Así que se limpiaron a Italia con un arbitraje de órdago. En cuartos, tocaba España. Nos tocó el árbitro egipcio Al Ghandour, que estuvo asistido por un señor de Nigeria y otro de Trinidad y Tobago. El arbitraje fue bochornoso: a España le anularon dos goles legales y cayó eliminada en los penaltis. El torneo quedó muy devaluado, ya que todo el mundo se cuestionó cómo podían dirigir partidos de esa trascendencia colegiados de países que no son potencias futbolísticas.

La resurrección de 'El Fenómeno'

Ronaldo se rapó la cabeza y se dejó un mechón en la frente. Era un corte peculiar. Sin embargo, la ronaldomanía creció en Brasil como la espuma, y todos los niños fueron a la peluquería para hacerse el mismo corte de pelo. Fue con ese nuevo look con el que Ronaldo hizo pentacampeona del mundo a la selección carioca, con dos goles a la Alemania de Oliver Kahn. Así, Ronaldo retornó al Olimpo del fútbol tras obrar el milagro de recuperarse de su gravísima lesión de rodilla.


Uno de los goles anulados a España ante Corea

Francia 1998

Brasil defendía el cuarto título mundial logrado en Estados Unidos cuatro años antes. Como siempre, partía como gran favorita. La carioca llegó a Francia sin Romario, cuya ausencia generó una gran polémica alrededor de Zagallo, por aquel entonces seleccionador de Brasil. El de Francia fue el Mundial de la corrupción en la venta de entradas. De hecho, se detuvo al presidente de la Federación Camerunesa por revender a una casa de apuestas londinense las entradas destinadas a los aficionados cameruneses.

Dios y Alá también juegan al fútbol

El destino quiso que Irán y Estados Unidos, enemigos de toda la vida, se enfrentaran en la primera fase del campeonato. Además, por aquel entonces EEUU apoyaba la intervención militar de Iraq en su enfrentamiento con el país de Jomeini. El partido se calentó con las declaraciones de los jugadores. Finalmente, ganó Irán y las calles de todo el país se llenaron de pancartas con el lema 'Yankees go home'.

Asimismo, poco antes del Brasil-Marruecos de la primera fase, un periodista recordó a Hadji, jugador marroquí, que Dios es brasileño en cuestiones de fútbol, ya que en Brasil nacieron los Pelé, Garrincha, Zico, Romario y compañía. Hadji le recordó que Alá también tendría mucho que decir la noche del partido.

Beckham, ¿metrosexual y/o futbolista?

Fue el primer mundial de David Beckham. Por aquel entonces, David era un buen jugador del United, y su futura esposa, Victoria Adams, aún era más famosa que él. Toda la mercadotecnia que mueve el astro británico todavía estaba en pañales.

La afición inglesa no le perdonó que cayera en la trampa del 'Cholo' Simeone en octavos de final, lo que provocó que Becks dejara a su selección con diez jugadores y cayera eliminada. Los tabloides hicieron sangre y el inicio de la Premier fue todo un calvario para Beckham. Muchos aficionados le tildaron de "traidor a la patria".



Ni melenas, ni coca 

El seleccionador argentino Daniel Passarella señaló que los jugadores convocados para el Mundial deberían cortarse el pelo y someterse a una rinoscopia para saber si consumían cocaína. Para muchos fue una medida ridícula. Redondo no tragó y se perdió la cita mundial. Batista sí que se cortó su larga melena. Argentina cayó en cuartos ante Holanda y los jugadores retornaron bien peinados.

Del Piero y Baggio

Cesare Maldini, seleccionador italiano, no se atrevía a alinear sobre el terreno de juego a Del Piero y Roberto Baggio. Según él, le sobraba un talento. El equipo se desequilibraba. Sin embargo, Italia se los pedía. Una encuesta señalaba que el 81 por ciento de los italianos prefería que Maldini alineara a los dos. Los tifosi siempre están de parte de los jugadores talentosos. Curiosamente, son sus entrenadores quienes les privan de ellos.

El último Mundial de Matthäus

Alemania cayó en cuartos de final por 3-0 ante la Croacia de Suker. Fue el último Mundial del jugador alemán, quien se despidió humillado. De hecho, Matthäus hechó la culpa de la derrota al ministro de Asuntos Exteriores alemán por haber reconocido la independencia de Croacia.

España y la mano de Zubizarreta 

España hizo un papel bastante discreto en este Mundial. Ni siquiera pasó de primera ronda, lo que supuso la sustitución de Clemente como técnico nacional. La selección perdió ante Nigeria, empató con Paraguay y ganó a Bulgaria. Pasaron a cuartos Paraguay y Nigeria. Este Mundial siempre será recordado por el autogol de Zubizarreta ante Nigeria. No obstante, el meta español no tuvo la culpa de la eliminación española.

Zidane versus Ronaldo

Ronaldo llegó a Francia con la seguridad de que se convertiría en el 'Quinto Magnífico' del fútbol. Muchos lo llamaban 'El Fenómeno'. Nike le hizo un contrato multimillonario. Sin embargo, la quinta corona no era para el brasileño. Brasil no se proclamó pentacampeona en la final de París. De hecho, Ronaldo sufrió un ataque de ansiedad y convulsiones que le dejaron tocado para la final, a pesar de que jugó.

La quinta corona del fútbol tenía destinatario francés de origen argelino. Se llamaba Zinedine Zidane. Célebres son sus dos tantos en la final. Los dos de cabeza, en sendos saques de esquina. Su rostro bañó el Arco del Triunfo de París, y su nombre recorrió el orbe entero. Zidane lideró una Francia multirracial y multicolor: Thuram, Desailly, Djorkaeff, Henry, Karembeu... Todo un revés para el xenófobo Le Pen, en plena efervescencia en aquellos tiempos. De hecho, el mismísimo Zidane llegó a afirmar que si Le Pen ganaba las eleccinones, él mismo dejaría de ponerse la camiseta de Francia.


Los mejores goles de Francia 98

Estados Unidos 1994

Estados Unidos nunca ha sido un país con tradición futbolera, pero el fútbol mundial desembarcó allí en un torneo sin un claro favorito. No obstante, el éxito de este Mundial radicó en la gran asistencia de público. La Bulgaria de Hristo Stoichkov y Suecia fueron las grandes sorpresas del torneo, y Brasil logró su cuarto título mundial. De hecho, Bulgaria se plantó en semifinales tras eliminar en cuartos a la Alemania otrora campeona de Jürgen Klinsmann.

El asesinato de Escobar

Se trata de uno de los acaecimientos más tristes de la historia de los mundiales. Andrés Escobar se había marcado un autogol frente a la anfitriona Estados Unidos. Así pues, Colombia se convirtió en una de las grandes decepciones de este Mundial. De vuelta, en Medellín, un sujeto le descerrajó doce disparos al grito de "¡Gracias por el autogol"!

Maradona y el ocaso de un dios

Volvía Diego Armando Maradona para despedirse a lo grande, pero no pudo ser. Diego dio positivo por dopaje. Supuestamente, Maradona tomó un cóctel de drogas: ingirió efredina, norefredina, seudoefredina, norseudoefredina y metaefredina; las dos primeras expresamente prohibidas por el reglamento de la FIFA. Diego, tras conocer el resultado del análisis, afirmó: "Juro que no me drogué. El día que me drogué fui y se lo dije a la jueza... No sé por qué aparecieron las sustancias. Seguramente por un descuido nuestro". Muchos medios, sobre todo argentinos, hablaron de vendettas, de un complot o una conspiración internacinal para perjudicar al jugador más famoso del mundo y a un equipo de primerísimo nivel. Un disparate. Aun así, siempre será recordada por todos la fiereza con que el 'Pelusa' festejó su magnífico último gol ante Grecia.

Salinas falló ante Pagliuca

Javier Clemente había construido un gran equipo para el mundial de Estados Unidos. Pero llegaron los cuartos, como siempre. Tocó Italia y Roberto Baggio nos cortó las alas. La memoria colectiva española siempre recordará el mano a mano que falló Salinas ante el portero italiano, Pagliuca. Acto seguido, Baggio sentenció y marcó el 2-1 para los transalpinos. Y no olvidemos las lágrimas y la nariz rota del gran Luis Enrique tras el codazo del italiano Tassotti. Fue penalti.

Y Baresi obró el milagro 

Baresi, capitán de la selección italiana, se lesionó ante Noruega en el segundo partido del Mundial. El jugador milanista fue operado de la rodilla en Nueva York y reapareció en la finalísima, justo a tiempo. Arrigo Sacchi mantuvo su alineación en secreto hasta el último momento, e incluso hubo apuestas sobre su recuperación.

Baggio, héroe y villano; Romario, el mejor

Italia sorteó mil y un obstáculos, pero se plantó en la final. Brasil era el rival, y no había dudas sobre el favorito. Romario y Bebeto formaban un binomio demoledor. El primero estaba en la cúspide, y fue el mejor jugador del torneo y el número uno del mundo ese año. Pero Baresi retornó a tiempo y los italianos levantaron un muro; los brasileños titubearon y llegaron los penaltis. Italia olisqueaba el título mundial, pero falló donde nadie lo esperaba. Erró Baresi su disparo. Luego, Baggio, que despedazó primero a España y después a Bulgaria, se convirtió en villano en la final tras fallar su penalti.


La final

Italia 90

En Italia se había celebrado el segundo mundial de la historia, el celebrado en 1934. Así pues, mucho tiempo después la elite del fútbol mundial retornaba al país de la bota. Los italianos estaban obsesionados con ganar su Mundial. De hecho, nadie dudaba de que el torneo se quedaría en Europa. Alemania practicaba un fútbol fuerte y práctico, Inglaterra había montado un gran equipo... Nadie apostaba por las selecciones sudamericanas, pero Maradona todavía tenía los pies en el suelo. Quizá se trate del Mundial más aburrido de los celebrados.

Camerún, la gran sorpresa

La selección de Camerún fue la gran sorpresa del torneo y puso la nota de color a Italia 90. Los 'Leones Indomables' llegaron hasta cuartos de final, donde Inglaterra les venció 3-2. De hecho, Camerún ganó a la Argentina campeona del mundo en el partido inaugural. El público de Milán apoyó al equipo africano, por eso de ponerse del lado del más débil y, sobre todo, por su odio a Maradona, que con su actuación en el Nápoles había devuelto al fútbol del sur a la elite. Al término del partido, Diego señaló: "Eso demuestra que los italianos no son racistas".

Matthäus y Schumacher

Lothar Matthäus se salió en el Mundial. Además, el capitán alemán propuso la creación de un sindicato internacional de jugadores para que también hubiera futbolistas profesionales en la comisión de disciplina de la FIFA. Maradona no tardó en apuntarse, peleado con la FIFA como estaba, al igual que Gullit, Van Basten, Baresi y Platini.

Asimismo, su compatriota y portero del 86 Harald Schumacher, resentido por su ausencia con el técnico Franz Beckenbauer, criticó al seleccionador antes del torneo: "Estoy convencido de que Alemania no pasará la primera fase". Pero Schumacher se equivocaba de pleno. La selección teutona se proclamaría campeona sólo un mes más tarde, y Beckenbauer lograría de este modo su doblete como jugador y como entrenador.

Brasil-Argentina y la trampa albiceleste

Argentina y Brasil se emparejaron en octavos de final, y la albiceleste eliminó a la canarinha en Turín con un jugadón de Maradona que asistió a Caniggia para que marcase. Pero el gran favorito era Brasil, ya que Argentina había pasado de milagro de la primera fase, tras perder con Camerún y empatar ante Rumanía. De hecho, se cuenta que los argentinos tenían reservados 30 billetes de avión para retornar a Buenos Aires.
El calor de aquel verano italiano siempre será recordado por los jugadores. Los futbolistas necesitaban beber agua cada poco tiempo. Cuenta la leyenda que algunos bidones de agua de la albiceleste contenían un tranquilizante para atontar a los jugadores brasileños que, en los habituales parones del partido, se acercaban para beber del bidón argentino. Branco bebió y se sintió mal todo el encuentro. Maradona lo confirmó hace poco tiempo: "Vi que venían a beber los buenos: Branco, Valdo, y yo decía para mí: tomen, tomen". La picaresca argentina de Bilardo.

Italia, en el reino de Diego

Italia, la anfitriona, llegó en volandas a las semifinales. Era su Mundial y lo quería para sí. Schillaci se erigió en la revelación del torneo. Pero los italianos cometieron un grave error: abandonaron Roma y se fueron a Nápoles, el reino de Maradona. Tocó Argentina, la Argentina que capitaneaba Diego. Muchos 'tifosi' napolitanos apoyaron al '10' argentino. Bergomi, uno de los veteranos de la 'azzurra', dijo tras el partido: "Nápoles no ha estado con Italia". Fue un partido intenso y se llegó a la tanda de penaltis. Fallaron los italianos, pero no Diego. El portero argentino Goycoechea se convirtió en el héroe de su país con los penaltis parados.

"Hijos de puta"

La final de Italia 90 enfrentó a Argentina y Alemania. La fantasía y la suerte de la albiceleste de Diego frente al rodillo alemán, que practicaba un fútbol práctico y duro. Italia no pudo soportar el llamamiento de Maradona al público de Nápoles para que apoyara a Argentina y la posterior eliminación en semifinales. Así pues, el público de Roma abucheó el himno argentino en la final, y Maradona reaccionó llamándo al público italiano "hijos de puta".

Pero el protagonista del partido fue el árbitro, Edgardo Codesal, que pitó un dudoso penalti de Sensini que significó el gol alemán y no señaló uno más claro a favor de Argentina. Cuenta la leyenda que el padre de Codesal había sido árbitro suplente en la final del Mundial de 1966, la que ganó Inglaterra frente a Alemania gracias a un dudoso gol de Hurst. Para muchos, Codesal tenía en mente la injusticia de su padre y por eso favoreció a los alemanes, dándoles lo que su padre les había quitado 24 años antes.


La polémica final

México 1986

El Mundial de México 86 es Argentina y, sobre todo, Maradona. Hoy suena raro, pero la albiceleste llegó muy cuestionada al torneo, con Bilardo en la cuerda floja. Sin embargo, Argentina venció y Diego se coronó 'dios' del fútbol mundial. Las anécdotas se cuentan por miles. También fue el Mundial de la tarde de Querétaro, y el de la confirmación de la grandiosa selección francesa a pesar del ocaso de Platini.

La tarde de Querétaro 

En octavos de final se enfrentaron en el Estadio La Corregidora de Querétaro España y Dinamarca. Los daneses eran la sensación del torneo; de hecho, en la primera fase habían vencido a la todopoderosa Alemania. España quedó segunda de grupo tras perder el primer partido contra Brasil (con el gol fantasma de Míchel). Aquel partido es el más recordado de la exitosa trayectoria de Butragueño, ya que marcó 4 goles. España dio la campanada y se enfrentó a Bélgica en cuartos, en un partido a priori asequible. Pero tras el 1-1 llegaron los penaltis y la suerte estuvo de parte belga. Una vez más, la selección pudo haber alcanzado mayores metas, pero se quedó en cuartos.

El Azteca

La selección argentina entrenaba muy cerca del estadio Azteca, donde se jugaría la final del Mundial. Todos los días pasaba por allí el autobús de la albiceleste, y los jugadores suspiraban al mirarlo. Era uno de los momentos más esperados del día. Al principio, nadie se atrevía a decir nada, hasta que un día un jugador gritó "Azteca, nos vemos en la final", y aquello se convirtió en un grito de guerra para los argentinos. En efecto, Argentina levantó su segunda Copa del Mundo en el estadio Azteca.

La selección albiceleste contaba con múltiples manías. A medida que el torneo avanzaba, éstas crecían. Tapia se afeitaba todas las mañanas, y el portero pasaba a pedirle espuma. Tito Benrós, el utillero, tenía que salir el primero al estadio, etc. Así con todo. Luego empezaba el partido y Diego se pegaba el cuero al pie.



Mano de Dios, pies de Diego

Con la Guerra de las Malvinas todavía reciente, Argentina e Inglaterra se enfrentaron en cuartos de final en uno de los partidos más recordados de la historia. Fue un encuentro polémico: centró Valdano y Diego la metió con la mano. Jura que fue Dios el que le dio la mano. Pero para zanjar la polémica Diego se fue al centro del campo, hipnotizó a seis ingleses y la clavó. En recorrido memorable, en la jugada de todos los tiempos. El gol de Lineker alivió los escozores británicos.
En semifinales les cayó Bélgica, pero podía haber sido la España del Buitre. Muchos años después, Carlos Bilardo afirmó lo siguiente: "Egoístamente queríamos que ganara Bélgica. Habíamos visto a España contra Dinamarca y Diego y los chicos, y yo, por supuesto, estábamos convencidos de que España podía ganar el Mundial [...]. Pero pasó Bélgica, y nosotros respiramos. Sabía que le ganaríamos, aunque con España tenía mis dudas".

"Hoy ni Hitler nos gana"

El Azteca esperaba, y la albiceleste llegó a tiempo. Estaba a punto de empezar una de las grandes finales de la historia de los mundiales. Argentina y Alemania estaban alineadas, a punto de pisar el césped del Azteca. Maradona estaba junto al capitán alemán, Rummennige. Cuenta la leyenda que de repente Diego se giró, les miró y gritó: "Hoy ni Hitler nos gana". Los alemanes lo entendieron perfectamente.
El despliegue físico del gran Jorge Valdano a lo largo de todo el Mundial, y particularmente en la final, fue digno de elogio. Carlos Bilardo le llamó aparte poco antes de la finalísima ante Alemania, y le dijo: "Jorge, usted olvídese de todo, de la pelota y de los compañeros. Sólo quiero que persiga a Briegel. Si usted es capaz de que no aparezca Briegel, ganamos la final". En efecto, Valdano anuló a Briegel en un palizón físico memorable y, además, marcó uno de los tres tantos argentinos.

La final Argentina-Alemania

España 1982

España acogía un Mundial de fútbol por primera y única vez en su Historia. Argentina y Bélgica fueron las protagonistas del partido inaugural que se disputó en el Camp Nou el 13 de junio de 1982. España partía como favorita, por jugar en casa y por su evolución en el fútbol de clubes, pero el papel de la selección nacional fue más que discreto. El equipo formado por Arconada, Camacho, Juanito y compañía no logró pasar de la segunda ronda. La final la jugaron, en el Santiago Bernabéu, Italia y Alemania Federal. Los italianos vencieron por 3-1 y se proclamaron campeones por tercera vez en su Historia. Fue el primer mundial de Maradona, y quizá el inicio de la era del marketing en el fútbol.


Brasil puso el fútbol e Italia fue el 'coco'

Brasil tenía una selección igual o mejor que la de México 70. Barrieron en Sevilla a Nueva Zelanda, la URSS y Escocia; echaron mano de Argentina, y Maradona y compañía se rindieron a la canarinha. Zico, Falçao, Sócrates y Junior eran un auténtico vendaval. Pero en semifinales llegó Italia y Rossi disparó tres veces. Brasil cayó fulminado. Nadie daba un duro por Italia, pero el 'coco' fue creciendo y creciendo...

Sócrates

La revista brasileña Placar publicó un diario de Sócrates a lo largo del Mundial. Era, sin duda, la mejor manera de mirar el torneo desde dentro. El día que Brasil cayó eliminada ante Italia en semifinales, el gran futbolista brasileño escribió: "Estoy profundamente triste, pero tengo la sensación de qeu hemos hecho el mejor fútbol de todo el torneo. Estoy tan hundido que no tengo fuerzas ni para escribir, ni para explicar nada. En esta mi última página del diario necesito expresar un sentimiento, es la mayor frustración de mi vida. No he podido conquistar un título que internamente alimentaba tanto".

La gorra blanca de Schumacher 

La sombra del tongo planeó en el Alemania-Austria. Un 1-0 favorable a los germanos metía a ambos selecciones en la siguiente fase. Tras el gol de Hrubesch, el portero teutón, Harald Schumacher, se puso una gorra de color blanco, símbolo del arreglo, y a partir de entonces los dos equipos se dedicaron a pasear el balón.

"Volvería a salir igual" 

En el parte médico se habló de conmoción cerebral, una vértebra rota y dos dientes partidos, pero no de la violencia del episodio. Semifinal Francia-Alemania. Minuto 62. Harald Schumacher, portero de Alemania, avasalla a Battiston. Se trata de una de las agresiones más brutales de la historia del fútbol. Se temió por la vida del futbolista francés. Muchos años después, Schumacher recuerdaba así la jugada: "Veinticinco años después haría lo mismo. Estaba seguro de que llegaba. Sí cambiaría lo que hice mientras Patrick estaba tumbado inconsciente. Volví a mi portería y jugué con el balón porque tenía miedo". Además, Alemania remontó un 1-3 en la prórroga y llegó a la final gracias a los dos penaltis que detuvo Schumacher. Battiston perdonó al guardameta teutón, pero la sombra de la agresión todavía le persigue a día de hoy.



Mastroianni 

Italia hizo una primera fase desastrosa: tres empates y Paolo Rossi sin aparecer. Antes de iniciar la segunda fase, el actor italiano Marcelo Mastroianni afirmó: "Italia será campeona del mundo, ganará en la final a Alemania y además se destapará Paolo Rossi". El actor acertó de pleno.

España hizo el ridículo 

Nunca un anfitrión tuvo peor resultado. La que se esperaba como la gran fiesta del fútbol español terminó en gran decepción. España se debutó con un empate (1-1) contra Honduras. Ante Yugoslavia, España logró su única victoria "gracias a ese gran penalti a 20 metros del área", tal y como recuerda Gordillo. Ante Irlanda del Norte fue de órdago: España perdió ante unos jugadores que pasaron la mañana bebiendo cerveza. "Es verdad", confirma Gerry Armstrong, autor del gol norirlandés: "Puede ser que ganáramos por la cerveza". Al final, la Selección cayó ante Alemania 1-2. "Cada pierna de Briegel era dos de las nuestras", cuenta Zamora, autor del último gol de España. Veinticinco años después, Arconada repite las palabras tras la derrota: "Fui uno de los máximos responsables".

No obstante, el equipo español pasó a la fama por ser el mejor vestido del torneo, y es que El Corte Inglés hizo el anuncio del año con Zamora, Quini, Juanito y Arconada vestidos de traje y jugando en el santiago Bernabéu. Todo se volvió en contra tras el estrepitoso fracaso en el torneo.

España 82, el Mundial de los récords

El de España fue el primer Mundial donde estuvieron presentes equipos de los cinco continentes, ya que que se incrementó el número de selecciones de dieciséis a veinticuatro. Participaron catorce equipos europeos, seis americanos, dos africanos, Kuwait y Nueva Zelanda.

La FIFA entregó por primera vez la "Bota de Oro" que premia al jugador que ha marcado mayor número de goles, y el "Balón de Oro" que se otorga al mejor jugador del torneo. El italiano Paolo Rossi fue el ganador de ambos galardones gracias a su grandiosa actuación en el Mundial.

En España se marcó el gol más rápido de la Historia de los Mundiales. El inglés Bryan Robson marcó a los 26 segundos de partido el primer tanto en el encuentro Inglaterra-Francia. El resultado final fue favorable a Inglaterra por 3-1.

También este Mundial tuvo el honor de acoger el partido con el resultado más abultado de la Historia de la competición, 10-1. Hungría derrotó con esa contundencia a la selección de El Salvador en Elche.
El encuentro disputado entre Francia y Alemania fue el primer partido que se decidió por penaltis. La prórroga finalizó con un resultado de 3-3. El ganador del encuentro se decidió tras 12 lanzamientos desde el punto de penaltis. Los germanos anotaron 5 tantos y los franceses sólo 4. El portero alemán Schumacher fue el héroe del partido.

A pesar del triunfo italiano en la final, uno de sus jugadores, Cabrini, figura en la historia de los mundiales por ser el primer futbolista en fallar un penalti en una final. Fue en el minuto 22 de partido cuando el marcador era todavía 0-0.
Finalmente hay que mencionar al que fue el símbolo indiscutible del Mundial 1982, su mascota: "Naranjito". Fue la primera y única vez en la que una fruta ha sido mascota de un Mundial.


¿Qué le pasó a España en su Mundial?